jueves, 30 de enero de 2014

La última encuesta de población activa

La semana pasada se hizo pública la Encuesta de la población activa (EPA) del último trimestre de 2013. Como es sabido, esta encuesta la realiza el Instituto Nacional de Estadística (INE) sobre una muestra de alrededor de 65.000 viviendas y 180.000 personas y mediante entrevistas personales y telefónicas. Se supone que la EPA es el indicador cuantitativo más fiable de la situación laboral española y como sin duda éste es el asunto más grave del país, en cuanto se conoce todos se aprestan a dar su opinión sobre los resultados. Doy la mía de entrada: son malos, cifras que para nada invitan al optimismo.

El gobierno que padecemos, sin embargo, no piensa lo mismo. Su decorativa vicepresidenta no desaprovechó la presentación de la EPA para mostrar su optimismo, felicitándose por lo bien que lo están haciendo en materia económica. Mientras paseaba por FITUR promocionando Valladolid parece que comentó que la bajada del paro en 69.000 personas demuestra que vamos haciendo camino, que cambiamos tendencias y empezamos a recortar el desempleo". Bien dicho, sí, porque ciertamente los parados al final de 2013 (5.896.300) son 69.100 menos que los que había al acabar 2012. Claro que lo que no dice es que entre esas mismas fechas hay 198.900 personas menos con trabajo; es decir, que durante 2013 se han perdido casi doscientos mil puestos de trabajo y de hecho la tasa de paro prácticamente se ha mantenido igual (incluso ha subido una centésima pasando del 26,02 al 26,03%). No se trata de ninguna paradoja: simplemente ha ocurrido que durante 2013 la población activa española ha disminuido en 268.000 personas. ¿Y qué es la población activa? Pues para decirlo brevemente el conjunto de personas mayores de dieciséis años que quieren trabajar o, dicho al revés, forman parte de la población inactiva todos aquéllos que, no teniendo trabajo remunerado, tampoco lo buscan.

El asunto este de la población activa tiene su miga. Una vez que descontamos la población menor de dieciséis años (que en España es apenas un 16%, lo que augura mal futuro) la teórica fuerza de trabajo potencial de este país supera en poco los treinta y ocho millones de personas y de ellos casi quince millones y medio son considerados por el INE como población inactiva, lo que equivale a que la tasa de actividad se sitúa en un pobre 59,43%, de las más bajas de Europa (bien es verdad que también habría que descontar a las personas mayores, pero por lo visto no se hace, según los convenios estadísticos a efectos comparativos). Es decir, en España hay más proporción de gente que pudiendo trabajar no lo intentan, y no vayan a pensar que esto de colocarse entre la población inactiva es porque son ricos y viven de las rentas; excluyendo a los jubilados, la mayoría de este grupo son personas que tienen unas obligaciones que les impiden trabajar. Ciertamente la baja tasa de actividad española es un mal estructural que no podemos achacar a este gobierno pepero. Sin embargo, sí es verdad que su valor está directamente relacionado con las cuantías de los programas de ayuda pública, desde servicios de guardería hasta apoyos a las personas dependientes. Durante estos dos últimos años, la tasa de actividad ha descendido (no mucho pero ha descendido) y me temo que la política del PP, no precisamente solidaria con quienes tienen cargas, contribuirá a que siga bajando. Al fin y al cabo, como el paro se mide en relación a la población activa, cuanto menor sea ésta mejores serán las tasas de paro, aunque –como es el caso– no aumente el empleo en número absolutos, que es lo que importa.

Pero la significativa disminución de la población activa española durante 2012 o, si se prefiere, durante los dos años de gobierno pepero (268.000 y 426.600 personas respectivamente) no se debe más que en una mínima proporción a la reducción de la tasa de actividad, sino sencillamente a que ese contingente demográfico con plena capacidad laboral se ha largado del país por la obvia razón de que aquí no hay curre. En este aspecto sí que ha habido un "recorte" y para nada en el desempleo, como tiene la desvergüenza de decir la vicepresidenta. Porque la cruda verdad es que a finales de 2012 había casi diecisiete millones de puestos de trabajo y a finales de 2011 (la espantosa herencia de Zapatero) eran diecisiete millones ochocientos mil. Y tras dos años de las necesarias medidas de política económica y laboral, tenemos 1.049.300 empleos menos. En el durísimo 2012 se perdieron ochocientos cincuenta mil puestos de trabajo y en el pasado año "sólo" casi doscientos mil. Mucho rostro hay que tener para decir que vamos por el buen camino con el simple argumento de la desaceleración del proceso de destrucción de empleo. Que la curva descendente se suavice no autoriza a deducir que estamos tocando fondo para empezar a remontar. Más bien a mí me sugiere que –salvo que se emprendan reformas estructurales del sistema productivo español que nada tienen que ver con las que ha impulsado el gobierno, más relacionadas con la improductiva economía financiera– el paro irá disminuyendo por el inevitable aumento de la emigración. Supongo que el capullo de Guindos estará fantaseando con la tentadora posibilidad de que durante 2014 salgan de España la mitad de los desempleados y que no se pierdan más de otros doscientos mil puestos de trabajo. Así el PP podría anunciar a bombo y platillo que ha bajado la tasa de paro a un 16% y callarse que el saldo neto de sus tres años de gobierno es la destrucción de dos millones de empleos.

En fin, lo que quería resaltar es lo fácil que es contar una parte tan pequeña e irrelevante de la verdad que ésta se vuelve una repugnante y cínica mentira. Y mucha gente se la creerá, probablemente porque está desesperada por creérsela, lo cual agrava más la miserable felonía de este gobierno, incluyendo a la cursi y redicha de su vicepresidenta. Otros –supongo que también muchos– sabemos que mienten como bellacos, que no tienen ni la más repajolera idea de qué es lo que hay que hacer o, si la tienen, tampoco están dispuestos a hacerlo porque son lacayos al servicio de quienes de verdad mandan (y de paso se forran con la crisis). Esos otros, supongo, nos indignamos pero tampoco sabemos muy bien qué hacer para que esto cambie, para conseguir que estos imbéciles desalmados sigan empeñados en llevarnos, cuesta abajo y sin frenos, hacia la catástrofe. El día menos pensado también yo habré de darme de baja de la población activa española.

 
I pity the poor inmigrant - Bob Dylan (John Wesley Harding, 1967)

5 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. Y tu desoladora frase final de darse de baja de la población activa española.

    Por personalizar si no está feo. En mayo me jubilo. En mayo P. se marcha a Londres con un contrato beca por dos años a la London School Economics and Political Science. El que hayan rescindido ‘todos’ los contratos de investigación de doctores no funcionarios en el CSIC le ha supuesto, ciertamente, una ‘patada hacia arriba. Como el que yo me jubile harto de tener menso actividad en la Administración que el ficus que hay a mí lado. Dos elementos menos en el numerador del tanto por ciento de…población activa, para que sigan no ya maquillando sino jugando a las verdades ocultas, las peores mentiras con la estadística.

    Veo negro el futuro de este desdichado y maquillado país, nación o lo que seamos. Mi situación personal, en cambio, es casi de privilegio, pero no me gustan los privilegios, sino los derechos compartidos y ganados.

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  2. Esta mujer es vrdaderamente abominable. Y el caso es que tengo la sensación de que ella misma intuye su incapacidad, su cinismo y su cara dura; y por eso mismo (mientras cobra) no le importa 'cantinflear' en sus discursos.

    Sus superiores deben comentar ante cualquier caso espinoso, falso o inexplicable con claridad: 'Que salga la tonta y diga, más o menos, lo que nosotros no nos atrevemos a decir...'

    Lo difícil de comprender es cuánto tiempo más puede durar en el cargo, porque los ciudadanos no somos lerdos ni cortos de mollera.

    Mientras tanto, ella sigue en su vida privada (con una costra de galápago), casada J.I. López del Hierro, otro desvergonzado, también pantalla de Jaques Hachuel y otros mafiosos y proscritos que a base de trampas mejor o peor urdidas se hacen y le hacen millonario y beneficia en cuanto puede a los jodidos peperos.

    Yo ya no sé si considerar todo esto como asunto de un país tercermundista o, exactamente todo lo contrario, como si mágicamente nos hubiéramos instalado (sobre todo ellos...) en un moderno país de lobbies sofisticados y canallas.

    Para un asunto menor de tema laboral tuve oportunidad de visitar al hermano abogado de L. del Hierro. No me viene ahora el nombre pero estuvo casado con una azafata y vivía por Conde Orgaz. El pobre tenía en un bufetín casposo (probablemente 'tapadera') en un piso alto de la calle General Perón. Físicamente era un calco del otro pero bastante pegajoso en la conversación, y me dije, 'santo cielo, esta camada de hermanos deben ser tontos útiles sin escrúpulos'.

    Es solo una anécdota. Lo cierto es que esta tía es infumable. En mi vida normal no sé de nadie que la tenga en estima y que no le parezca vomitiva.

    Aparte de sacarla en los programas satíricos ¿qué otra cosa nos queda por hacer?
    Joder, qué rabia y qué impotencia.

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  3. Para que no se confundan los lectores de Miros, con el comentario anterior, el mentado Lopez Hierro, siniestro hacedor, 'facilitador’ pepero,salsa de todos los guisos turbios de este desdichado país no es marido de la vicepresidenta de la foto de este post, es marido de la Cospedal, una típica borderline de libro que está donde está precisamente por estar casada con quien está. En cambio, la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría, más lista y discreta, por eso más 'mala', que es la que aparece en la foto de este post está casada con Iván Rosa Vallejo, un ejecutivo más gris (actualmente de la telefónica)

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  4. Lansky: Reduces el denominador, sí, pero como tu puesto no será ocupado por otra persona (congelación del empleo público) aumentarás un poquititito la tasa de paro, con lo cual me temo que no recibirás el agradecimiento de Soraya. Pero, tonterías al margen, menuda jubilosa jubilación tienes a la vuelta de la esquina.

    Grillo: Aunque, como te dice Lansky, confundes a dos peperas, lo cierto es que a ninguna hay por dónde cogerla (en todas las acepciones de este verbo).

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  5. No tan jubilosa ni con la idea de que después de mí el diluvio: me voy con amargura, la de que pagarán por ir y no por hacer...

    Y hablando de tu post, aquí va esto:

    La nueva asignatura Marido de Cospedal será materia troncal en todas las licenciaturas de Ciencias Económicas a partir del próximo curso, y podrá complementarse con las optativas de Lenguaje diferido y Código finiquito.

    El grueso de la asignatura Marido de Cospedal, o Hierro 3, como se le conoce ya entre los estudiantes, se compone de técnicas sibilinas de cortejo, teoría de noviazgo oblícuo, fundamentos de hipocresía, ejercicios prematrimoniales y salto de pértiga.

    “El propósito principal de la nueva asignatura va más allá de la simple consecución de una boda con la secretaria general del Partido Popular”, ha explicado el rector de la universidad de Salamanca. “Son los catorce sueldos mensuales y la impunidad ante los órganos oficiales de control lo que queremos que aprendan los chicos”, puntualizó.

    El propio marido de Dolores de Cospedal, Ignacio López del Hierro, ya ha sido contratado por la Dirección General de Universidades como Consejero Pasmarote y Miembro Superfluo del órgano rector, al que dedicará veintisiete minutos semanales, a través de Skype, desde el hoyo siete del club de golf Puerta de Hierro. “Ya he dicho que si estoy fuera de green no podré trabajar”, ha advertido el propio marido de Cospedal. “Estamos mirando lo del don de la ubicuidad”, ha señalado la esposa del marido de Cospedal, “pero los físicos se niegan a colaborar”.

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